30. Brecha del ingreso laboral real por hora de las ocupaciones principal y secundaria entre hombres y mujeres por nivel de educación

La brecha salarial por sexo se refiere a la diferencia promedio en ingresos reales entre hombres y mujeres en el mismo lugar de trabajo o a nivel general en una economía. Esta disparidad se mide comparando el ingreso laboral medio entre hombres y mujeres. La brecha salarial se expresa típicamente como un porcentaje que muestra cuánto gana, en promedio, un hombre en comparación con una mujer. 

Análisis a nivel nacional

El gráfico muestra una comparación de promedios controlando por nivel de educación. Esta brecha considera ingresos laborales de la ocupación principal y secundaria mayores a cero para cada año y se calcula como la diferencia del ingreso de los hombres menos el ingreso de las mujeres, dividido sobre el ingreso de los hombres. Este cociente se multiplica por cien y si es mayor a cero significa que existe una brecha de ingresos, mostrando un promedio superior para los hombres en relación con las mujeres. De este modo, se calculan promedios del ingreso laboral real por hora que controla el efecto del nivel precios a través del índice de precios al consumidor del año 2016.

El gráfico a nivel nacional evidencia una reducción de la brecha de ingresos laborales mensuales entre hombres y mujeres que son calificados; en efecto, en 2006 los hombres ganaban un 20% más que las mujeres y en 2023 ese porcentaje se redujo hasta una brecha negativa de -1.10%. En el caso de la brecha salarial en el caso de los trabajadores semi-calificados esta brecha en su primer año era favorable al caso de las mujeres, pero la misma ha sido progresivamente mayor y a favor de los hombres con el paso de los años. Por último, la serie de la brecha de los trabajadores no calificados ha sido la más alta en el 2005, pero ha contado con una pasiva tendencia a la baja.

Análisis según área de residencia

Esta desagregación permite observar que, en los espacios rurales, el comportamiento de la brecha es más imprevisible en las tres categorías, con valores negativos en determinados periodos, pero alcanzando igualmente valores positivos altos en años recientes.

En las zonas urbanas este comportamiento es más suavizado, con una tendencia sostenida a la reducción de esta brecha, siendo le caso de los trabajadores calificados donde se aprecia de mejor manera este caso.