Ahorro e Inversión en Bolivia en el Período de Post-Estabilización

Año | : | 1991 |
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Autor/es | : | Rubén Ferrufino G. |
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Los objetivos centrales de la política económica boliviana a partir de 1985 enfatizan dos necesidades ampliamente reconocidas: mantener la estabilidad de precios y promover el crecimiento económico. El primer objetivo ha sido alcanzado (aunque muchos arguyen que si equilibrio es todavía frágil), pero el nivel de consecución del segundo aun es muy modesto, con un crecimiento promedio anual de solo 0.07% del PIB real en el período 1985-1989. La idea de que estabilidad de precios y crecimiento económico son dos objetivos íntimamente relacionados se está generalizando. En efecto, una tasa de crecimiento de los precios moderada viabiliza el crecimiento económico. Las ventajas de un nivel de inflación moderado son claras: no distorsiona la formación de precios (que son determinantes en la eficiente asignación de recursos), no perturba expectativas, ni permite la generación de actividades especulativas, mantiene credibilidad y estabilidad en el sistema financiero (que es fundamental para la captación de ahorro y colocación de inversiones), no deriva en una distribución regresiva del ingreso, y no genera la sustitución de la moneda nacional (ni induce la sustitución de sus funciones). Los volúmenes de inversión son reconocidos como factores fundamentales del crecimiento económico, y las bajas tasas de inversión registradas a partir de las medidas dirigidas a la retoma de crecimiento han despertado preocupación a nivel político, académico y general.2 En este contexto surge la interrogante del por qué se observan tasas tan bajas de inversión y las medidas necesarias para revertir este comportamiento. La respuesta a esa pregunta implica conocer los determinantes de la inversión y los factores que influyen sobre éstos.