Los Maestros: Una inversión primordial para mejorar la educación en Bolivia

Año | : | 2019 |
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Autor/es | : | Carlos Copana Paucara |
Según la UNESCO, el año 2014, el gasto en educación como porcentaje del PIB en Bolivia llegó a 7.3%, y se encontraba por encima del promedio de América Latina que fue de 4.9%[1] . Estos simples datos nos muestran que relativamente estamos gastando más en proporción al tamaño de nuestra economía en un sector fundamental como es la educación. Sin embargo, estos indicadores no dicen nada sobre cómo estamos gastando y los resultados obtenidos. El sistema de educación requiere una gran cantidad de insumos para lograr buenos resultados. Entre estos insumos se encuentran la infraestructura educativa, los equipos adecuados, las instituciones que los reglamentan y el personal profesional que trabaja el sector. El análisis de cada uno de éstos insumos debe ser amplio, es por eso que el presente artículo se enfocará solamente en la situación de los profesores del nivel inicial, primario y secundario del magisterio fiscal en Bolivia.
Comencemos por la parte legal y económica. En la tabla 1 observamos el escalafón de maestros establecido por ley, donde se muestra que existen 5 categorías, y el ascenso en cada categoría implica un incremento en el nivel de ingresos. Por ejemplo, un profesional titulado de la escuela normal debe recibir un 30% de bonificación sobre el haber básico en su nivel de ingresos. Si éste profesional adquiere 5 años de experiencia recibirá 45%. A estos incrementos, se añade una serie de bonificaciones como el Bono Frontera (20% de salario básico), Bono Zona (20%), Incentivo a la permanencia (entre 12 y 100%) y otros que benefician a profesionales del magisterio fiscal que cumplen ciertos requisitos.
Una vez entendido el escalafón, es momento de analizar lo que implica en materia de resultados. En primer lugar, éste escalafón no tiene un vínculo directo entre logros educativos y remuneración. Este hecho hace que en algunos casos reduzca la calidad de la enseñanza y la motivación del profesor. De acuerdo a Urquiola y Vegas (2005), la escala salarial para el magisterio boliviano es rígida, y los pagos salariales están en base a 3 factores: credenciales formales de entrenamiento previo al servicio, localización del trabajo, y años de experiencia. Esto hace que exista una carencia del vínculo ‘salarios-logro educativo’. Es por eso que se debe modificar la normativa del escalafón, que data de 1957, y vincular el ascenso de categorías a los resultados educativos como ser: promedio de notas escolares, número de alumnos con participación en olimpiadas científicas y deportivas, un índice de proactividad escolar que mida la participación de los alumnos en ferias y proyectos con impacto en la sociedad y otros indicadores. Esto incidirá positivamente en la calidad educativa y la motivación de formar buenos profesionales en materia de educación escolar.
Ahora bien, modificar el escalafón es uno de los pasos para mejorar los logros educativos, pero existen otros aspectos que también deben son primordiales. Entre ellas, el salario que reciben los profesores es también un asunto a tomar en cuenta. En el ámbito académico, existe evidencia de que los profesores se encuentran mal pagados respecto a sus grupos comparables. A modo de ilustración, Psacharopoulos et al. (1996) realizó un estudio donde evalúa la situación de los maestros a finales de la década de 1970 y 1980 en Bolivia y para otros países de la región. El documento indica que los maestros se encontraban relativamente mal pagados en comparación a sus grupos no agrícolas. Una investigación más reciente fue de Mizala y Ñopo (2016), donde encuentran que en Bolivia los maestros están peor pagados por hora que sus pares comparables. Otros estudios tienen resultados menos afirmativos y mencionan que el sub-pago o sobre-pago depende del grupo de comparación o de la posición en la distribución de ingresos. Sin embargo, al parecer existe una ligera tendencia hacia la conclusión de que en Bolivia, los maestros se encuentran relativamente mal pagados. Ahora ¿qué quiere decir que los maestros se encuentran relativamente mal pagados?
Si somos muy finos diríamos que un maestro se encuentra mal pagado cuando éste recibiría mayores retornos por sus características en otros mercados fuera de la enseñanza del nivel inicial, primario o secundario; y que profesionales comparables con características similares a los maestros reciben mayores compensaciones salariales. Esto quiere decir que el mercado de los maestros no paga bien a pesar que los profesores tengan los mismos o mejores perfiles que otros profesionales comparables. Por ejemplo, la tabla 3 muestra los años promedio de educación y experiencia de los maestros y su grupo de comparación, que según los documentos de Psacharopoulos et al. (1996), Urquiola et al. (2000) y Hernani-Limarino (2005) podemos definirlos como profesionales cuyo nivel de educación es mayor o igual a 12 años, son empleadores o asalariados, y pertenecen a cualquier categoría del siguiente grupo ocupacional: fuerzas armadas, gerentes o administradores, profesionales, técnicos medios y superiores, empleados de oficina, vendedores y trabajadores de servicios. Esta definición es la más usada y la más aceptada en la literatura. De acuerdo a la tabla, es posible notar que los profesores tienen mayores años de educación promedio para dos periodos de análisis, así como también mayores años de experiencia.
Además, al realizar el ejercicio metodológico de la descomposición de Ñopo[1] (tabla4), encontramos que en promedio los profesores de nivel inicial, primario y secundario en el periodo 2006-2009, recibieron 5% menos de lo que recibirían en otros mercados, y éste resultado fue de -2% para el periodo 2014-2017. En otras palabras, con éste ejercicio metodológico mostramos que los profesores se encontraron mal pagados en comparación a sus grupos comparables, y esto implica que el mercado de maestros no produce los incentivos suficientes para atraer o mantener buenos profesionales.
Realizar una conclusión afirmativa sin un estudio previo es erróneo, sin embargo, los resultados mostrados y la literatura mencionada en éste artículo brindan ciertas luces sobre la situación de los maestros en Bolivia. Es por eso que a continuación resumimos las principales ideas y reflexiones basados en el presente análisis:
- El último esfuerzo para medir calidad educativa se lo realizó en 1997 a través del Sistema de Medición y Evaluación de la Calidad en Educación (SIMECAL) y la UNESCO. Es necesario generar otro sistema de información para los estándares actuales y modificar el llamado Observatorio Plurinacional de Calidad Educativa (OPCE), que hasta la fecha no produjo ningún indicador relevante para medir logros educativos de manera robusta.
- Se debe vincular la escala salarial de los maestros con logros educativos y no solamente con años de experiencia o aspectos basados en la localidad. Éste vínculo incidirá en la motivación de los maestros en las aulas y en su entrenamiento, debido a que existirán otros parámetros, además de la experiencia, para ascender en la escala salarial.
- Se debe revisar el pago que se realiza a los profesores de nivel inicial, primario y secundario, y confirmar el sub-pago de éstos profesionales a través de otras investigaciones académicas. De esta manera, las reformas en los niveles salariales de los maestros estarán fundamentadas y se balanceará el beneficio a los maestros del magisterio fiscal y el presupuesto destinado a ellos. Además, un incremento salarial puede ser un mecanismo de incentivos para la atracción o retención de buenos profesionales al sector educativo.
Bibliografía
- MIZALA, A. and H. ÑOPO (2016). “Measuring the relative pay of school teachers in Latin America 1997–2007”, International Journal of Educational Development, 47, pp. 20 - 32
- ÑOPO, H. (2008). “Matching as a Tool to Decompose Wage Gaps”, The Review of Economics and Statistics, 90 (2), pp. 290 - 299
- URQUIOLA, M. and E. VEGAS “Arbitrary Variation in Teacher Salaries: An Analysis of Teacher Pay in Bolivia” in. VEGAS, E. (Editora) (2005) Incentives to Improve Teaching: Lessons from Latin America, The World Bank, Directions in Development, Washington D.C., pp. 187 – 211
- URQUIOLA, M., W. JIMÉNEZ, M. L. TALAVERA, W. HERNANY (2000). Los maestros en Bolivia: Impacto, incentivos y desempeño, Editorial Sierpe, La Paz, Bolivia.
[1] La descomposición de Ñopo, descompone la brecha salarial entre dos grupos en componentes observables y no observables. El valor del componente no observable indica si un grupo se encuentra mal pagado o es sobre pagado, una vez controlada por todas las características de los individuos de ambos grupos.
[1] UNESCO, http://uis.unesco.org/
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